top of page

YO NO HICE NA

YO NO HICE NA

Me alcanzó el amor

Mientras yo huía

Me abrazó la paz

En mi rebeldía

Se encendió la luz

En mi oscuridad

Y me dijo vente

que juntos vamos a celebrar

Vamo a celebrar, Vamo a cantar,

vamos a reír, vamo a gozar,

yo no hice na, para estar así

y sin embargo cambió mi vida y soy feliz

Me invadió el gozo

En plena amargura

Me sacó del pozo

y de mi tortura

Y vino el consuelo
En mi agonía
Me quito el peso de aquella carga

que me afligía

​____

Dentro de mi tumba

Se acercó la vida
Y me dijo muerto

Vámono pa'rriba

Y me levantó
Y me hizo andar
Y de aquel entonces

lleno de vida no puedo parar​

____

Me encontró tirao

junto a la banquina

gravemente herido

todo hecho una ruina

Me encontró Jesús
Y me rescató
Buen samaritano

siempre será nuestro salvador

TRANSFONDO DE LA CANCION

 

A mí no me miren! Yo no fui! No sé que pasó! Yo no hice nada! Fue otro! Estas son las típicas reacciones cuando queremos desentendernos de alguna acción que no provocamos o de la que no fuimos parte activa. Es nuestra defensa o excusa frente a algún suceso que, por lo general, no es bueno o agradable y con el cual no queremos que se nos vincule. Porque cuándo las cosas que suceden son buenas o nos gustan, no tenemos tanta prisa en distanciarnos de nuestra participación en ellas.

Sin embargo, en asuntos de fe, la cosa se invierte. Yo no fui quién ha traído todo este bendito cambio a mi alma. Es más, yo me resistía. Esto sucedió mientras yo huía o estaba sin condición alguna de hacer nada para ello. Ahí radica la verdadera gracia de Dios. Él me alcanza, me abraza, aún cuando yo estoy corriendo desesperadamente de Él. Cristo es nuestro buen samaritano, que se detiene a nuestro lado, cura nuestras heridas, nos asiste aún cuando nosotros no podemos ni pedir auxilio. Esa es la verdadera Gracia. Yo no fui, fue Él. Yo no hice na, Él lo hizo todo.

Celebremos y gocémonos en esta gracia verdadera!

bottom of page